Cuerpo vítreo by Aurora Freijo Corbeira

autor:Aurora Freijo Corbeira [Freijo Corbeira, Aurora]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2023-05-01T00:00:00+00:00

A la vez que se presta a saber de la mano de la doctora oftalmóloga, recuerda un trozo de un libro argentino de título terrible, un informe sobre ciegos. Lo leyó hace treinta años y le pareció una ofensa a los que entonces eran otros, los que no ven. Ahora la acecha a ella. Está a la puerta del club de los invidentes. De esa lectura recuerda cavernas, subterráneos, pozos y habitantes sin ojos. Caracoles sin cuernos al sol. Le molestó leerlo porque los ciegos se antojaban como animales. Casi no puede respirar; no cabe nada de esto en su pecho. Si todo va mal… Eso le dice. Está bien que exista en el mundo el condicional: si todo va mal… entonces…: si P entonces Q. La Q equivale a «te quedarás ciega». Silogismo baldío. Tiene que no darse P. La P no, por favor. Necesita al menos un bicondicional, un si y solo si. Pero ahora nada de calles mojadas ni lluvias que a nadie le importan. Ahora se juega a sí misma. Sócrates es mortal. Y ella. Ya lo sabe. Todos los hombres son mortales, luego yo también. Nadie pone la mano en el fuego por su bicondicional. La vida es eso: disyunciones, condicionales, negadores. Ya se lo dijo a su profesor obtuso cuando estudiaba en la universidad: la lógica es inhumana. Teme que la enfermedad de sus ojos se extienda a la cabeza. Enferma de miedo. Enferma de lucidez. Se le va de las manos. No se gobierna a sí misma: el cuidado de sí, escribían los filósofos griegos. Ahora sabe lo que significa. Con la presencia de la muerte se entienden mejor todas las lecturas, todas las teorías. Si P, entonces ¿qué? Sus sinapsis van a ponerse a trabajar en dilucidar ese enigma: si P entonces Q. Pero el razonamiento y el temblor no se entienden entre ellos. Grillada, porque se le han roto las seguridades. Su nervio óptico izquierdo va a conseguir desestabilizar todos sus órganos con su señorío de enfermedad. No se va a quedar quieto, porque ahora ese nervio serpiente va a proclamarse el emperador de su cabeza. Va a ser, es ya, una enferma crónica. Inaugura una nueva etapa…, pero es que yo no la quiero, se dice. Querer no es poder. Lo dice como un Bartleby: gracias, preferiría no estar enferma. Gotas para sus ojos todos los días de toda la vida. A ver qué vida tengo, piensa, qué me espera, porque ya me está esperando.

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